Escollera Norte de Mar del Plata: salida rendidora en pleno mes de enero

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A veces los axiomas no se cumplen. Uno pensaría que, en plena temporada de verano en Mar del Plata, con la contaminación sonora y la invasión de los bañistas a sus aguas, sería imposible que hubiese pesca, y más aún si estamos hablando de la Escollera Norte. Si a ello le agregamos que en el sector han fondeado elementados para la recreación de los que practican buceo, como una cabina de lancha, una embarcación y otros restos, todo se complicada. Además el cable que corre paralelo a la escollera y los consiguientes enganches, parece dejarnos un lugar imposible para la actividad. Pero Gustavo Mehl, junto a su compañero José Zagame, pescador local reconocido, se encaminaron hace unos días a playa llena, a las 14 y se dedicaron a hacer lances en búsqueda de buenos piques, con resultados sorprendentes.

En principio hay que decir que lo ideal, en equipos, es llevar dos cañas, una para tirar cerca, para una pesquita variada y más liviana, armada con tres anzuelos, rulero cebador y boya elevadora, encarnando con camarón y tirita de magrú. La alternativa, el filet de pejerrey o una tirita de la panza de la anchoa de banco, otro cebo tentador. La otra opción, para buscar distancia con líneas de dos anzuelos encarnando con langostino o anchoa, metiendo plomos pesados con alambre por el viento o las fuertes correntadas que se manifiestan en el fondo.

Los resultados en estos días se dieron en las zonas más reparadas, siendo la parte interna de la escollera la más rendidora, aunque es complicado por los enganches mencionados. A pesar de ello, la pesca es realmente muy buena. Claro está, el rinde es superlativo y corren con ventaja los locales, el marplatense que concurre periódicamente todo el año, sabe leer el agua, de donde viene el viento y todo lo que se acumula en experiencias de tantas jornadas frente al mar.

Zagame y Mehl disfrutaron de una tarde de enero a puro pique, buena actividad desde la escollera de rayas, burriquetas, corvinas, pejerrey y algún pez palo. Sin dudas, como nos decía Gustavo, en Mar del Plata a la hora de hablar de pesca, paga todo el año. 

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