Con la meta de reducir las emisiones contaminantes, California implementó la regulación Clean Truck Check, que obliga a los propietarios de vehículos pesados a realizar pruebas periódicas de emisiones. Esta normativa requerirá que los vehículos que operen en el estado cumplan con un cronograma de pruebas semestrales o anuales, según el tipo de vehículo.
El no cumplimiento de estas pruebas implicará multas considerables y otras sanciones impuestas por la Junta de Recursos del Aire de California (CARB, por sus siglas en inglés).
El cronograma para la aplicación de estas pruebas es claro: según el sitio web oficial de la Junta de Recursos del Aire de California, a partir del 1 de enero de 2025, todos los vehículos deberán haber superado al menos una de estas evaluaciones.
Los propietarios de vehículos tendrán la opción de presentar los resultados hasta 90 días antes de la fecha límite de cumplimiento, que está vinculada a la fecha de renovación del registro del vehículo o, para aquellos no registrados en California, al número de VIN del vehículo. Por ejemplo, un vehículo cuya fecha de vencimiento es el 1 de febrero de 2025 podrá presentar su prueba de emisiones aprobada desde el 3 de noviembre de 2024.
La frecuencia de las pruebas dependerá del tipo de vehículo. Mientras que la mayoría de los pesados deberán someterse a evaluaciones dos veces al año, aquellos equipados con sistemas de diagnóstico a bordo (OBD) tendrán un régimen más estricto. Para estos, a partir de octubre de 2027, será obligatorio realizar pruebas de emisiones cuatro veces al año.
Sin embargo, algunos vehículos como las casas rodantes y los agrícolas registrados en California solo tendrán que someterse a pruebas una vez al año, sin importar si están equipados con OBD.
Tipos de pruebas y equipos involucrados
Los métodos de prueba varían dependiendo de si el vehículo cuenta con un sistema OBD. Aquellos con motores diésel fabricados a partir de 2013 o de combustible alternativo del 2018 en adelante deberán someterse a un escaneo de los datos del OBD utilizando dispositivos certificados por CARB. Este procedimiento permitirá detectar cualquier irregularidad en las emisiones del vehículo.
Por otro lado, los vehículos sin OBD, es decir, aquellos con motores diésel anteriores a 2013 o de combustible alternativo anteriores a 2018, deberán pasar por una inspección más completa. Esta incluirá la prueba de opacidad de humo y una inspección visual de los equipos de control de emisiones del vehículo.
Este tipo de prueba ya es conocida en el estado, ya que se emplea en el Programa de Inspección Periódica de Humo (PSIP), que también es supervisado por CARB.
Incluso si un vehículo supera estas pruebas, no estará exento de un monitoreo continuo. Desde enero de 2023, CARB utiliza dispositivos de monitoreo de emisiones en carreteras para detectar posibles emisores contaminantes. Si un vehículo es identificado como un potencial emisor alto, recibirá un aviso para someterse a una nueva prueba, la cual deberá ser presentada en un plazo máximo de 30 días.
El incumplimiento de cualquiera de estas normativas puede acarrear severas multas y sanciones. Por ello, se recomienda a los propietarios no esperar hasta el último momento para someter a sus vehículos a las pruebas y garantizar el envío adecuado de los resultados a CARB.
La implementación de esta nueva normativa es parte del plan del estado para reducir las emisiones de gases contaminantes y mejorar la calidad del aire en California. Las autoridades estiman que esta regulación ayudará a reducir significativamente los niveles de contaminación provenientes de los vehículos pesados, que representan una de las principales fuentes de emisiones en el estado.
Para mantenerse al tanto de las actualizaciones y detalles adicionales sobre el Clean Truck Check, los propietarios de vehículos pueden consultar la página web de CARB o suscribirse a las notificaciones por correo electrónico
LA NACION