El ancla a los ingresos frena el consumo masivo

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El estancamiento de la economía registra números de alerta, también en junio. Las ventas de mayoristas cayeron 1,8 por ciento, mientras en shoppings se desplomaron 4,5 por ciento y en los supermercados apenas subieron 0,2 por ciento. Los datos publicados este jueves por el Indec revelan además que el parate del consumo masivo en los super tiene registros desde marzo de este año. 

En el acumulado enero-junio de 2025, el Índice de ventas totales en supermercados presenta una variación relativa creciente de 4,0 por ciento respecto a igual período de 2024, cuando la base de comparación estaba deprimida.  

La retracción de consumo en autoservicios mayoristas da cuenta de otros fenómenos de época: la imposibilidad de llenar el changuito, de comprar bultos grandes para reserva en la alacena y de la limitación de los minoristas de hacerse de stocks voluminosos. Las ventas mayoristas a precios constantes tuvieron una disminución interanual de 8,4 por ciento y, en el acumulado de enero-junio, la caída fue de 6,5 por ciento.

En junio marcaron la tercera retracción consecutiva que, en la serie desestacionalizada, fue el más bajo desde 2017, cuando el organismo la comenzó a medir. Respecto a los productos, las principales bajas se dieron en frutas y verduras, artículos de limpieza, y lácteos.

Mientras se debilitan los ingresos por paritarias planchadas y jubilaciones sin bono, también crece el pago de alimentos con tarjetas de crédito: esta modalidad pasó del 39 al 46 por ciento de la población, por los problemas de las familias para llegar a fin de mes. “Eso es lo que da cuenta que hay un endeudamiento a la hora de comprar comida. Uno podría pensar que es por las promociones, pero eso no implicaría que hubiera una retracción en el uso de la tarjeta de débito”, explicó Mara Pegoraro, coordinadora del Centro de Estudios para la Recuperación Argentina (CentroRA) de la Facultad de Ciencias Económicas (UBA).

Sobre los medios de pago en supermercados, el reporte de Indec detalló que el 15,6 por ciento de las ventas totales fueron abonadas con efectivo; el 27,2 por ciento con tarjeta de débito; el  45,7 con tarjetas de crédito; y otros medios de pago como QR representó 11,6 por ciento del global. En mayoristas, las efectuadas en débito tuvieron una variación negativa de 2,0 por ciento interanual y las abonadas con tarjeta de crédito representa el 28,0 por ciento y crecieron 9,9 por ciento sobre junio de 2024. 

En shoppings, centros de compra relacionados a la clase media y media alta, las ventas totales a precios constantes, en el sexto mes del año, alcanzaron un total de 7.270 millones de pesos: se desplomaron 4,5 por ciento interanual. Se trata de la primera retracción en 8 meses, donde se destacan la contracción del consumo en esparcimiento, ropa, accesorios deportivos y electrónica. “Mientras para un segmento se impulsan los viajes y el consumo fuera, para otro segmento es necesario intentar anabolizar con promos y descuentos”, asegura un informe de la consultora Moiguer. 

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