El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, emitió el lunes una orden directa a las autoridades estatales para arrestar a los legisladores demócratas de la Cámara de Representantes que huyeron del estado con el objetivo de bloquear una votación clave sobre la redistribución de distritos electorales.
Abbott calificó la acción como una »abdicación del deber» y sostuvo que estos legisladores están »secuestrando legislación crítica» que incluye ayuda para víctimas de inundaciones y alivio fiscal.
»Los demócratas de la Cámara de Texas abandonaron su deber con los texanos», declaró Abbott en un comunicado. »Al huir del estado, están obstruyendo medidas esenciales. Hay consecuencias por esta negligencia deliberada», agregó.
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La orden fue emitida poco después de que la Cámara de Representantes estatal votara 85-6 a favor de una moción para exigir el regreso de los legisladores ausentes. El presidente de la Cámara, Dustin Burrows, instruyó al sargento de armas del recinto a »buscar a todos los ausentes con orden de arresto, si es necesario».
Abbott, por su parte, reforzó la directiva con una orden al Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) para localizar, arrestar y devolver a los legisladores demócratas que hayan abandonado el estado. »Esta orden permanecerá vigente hasta que todos los miembros demócratas ausentes sean localizados y llevados al Capitolio de Texas», dijo el gobernador.
El motivo central de la disputa es el intento del Partido Republicano de redibujar el mapa de distritos electorales en Texas, lo cual podría otorgarles hasta cinco escaños adicionales en la Cámara de Representantes de Estados Unidos en las elecciones intermedias de 2026.
Esta redistribución cuenta con el apoyo del presidente Donald Trump, quien ha instado a los legisladores estatales a rediseñar el mapa para ampliar la mayoría republicana en el Congreso.
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Para bloquear la votación, al menos 51 de los 62 legisladores demócratas en la Cámara (de 150 miembros) abandonaron Texas, dirigiéndose principalmente a Illinois y Nueva York.
En Illinois, varios de ellos se reunieron con el gobernador demócrata JB Pritzker en la sede del Partido Demócrata del condado de DuPage. »Están intentando hacer trampa», dijo Pritzker, en referencia al plan republicano.
Mientras tanto, en Albany, Nueva York, otra delegación demócrata fue recibida por la gobernadora izquierdista Kathy Hochul, quien calificó la acción de Abbott como »antiestadounidense» y lo acusó de querer »manipular» el sistema electoral. »Modificar los distritos a mitad de la década es algo sin precedentes. Es una manipulación del sistema y es completamente contraria a los valores democráticos», afirmó.
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Aunque el fiscal general de Texas, Ken Paxton, ha advertido anteriormente con arrestar a legisladores que boicoteen sesiones, legalmente no se los puede encarcelar, ya que ausentarse de una sesión legislativa constituye una violación civil, no criminal. Aun así, Abbott está presionando para que se ejecuten los arrestos correspondientes por el grave desacato de los funcionarios demócratas.
Los demócratas, por su parte, justificaron su patética acción como un último recurso para defender a las comunidades minoritarias, argumentando que el nuevo mapa busca diluir el poder político de grupos que han luchado durante décadas por representación. »Esta no es una decisión tomada a la ligera, pero la hacemos con absoluta claridad moral», declaró Gene Wu, presidente del Caucus Demócrata de la Cámara.
El portavoz del caucus, Josh Rush Nisenson, enfatizó: »La apatía es complicidad, y no seremos cómplices del silenciamiento de comunidades trabajadoras. Trump quiere robarles su poder».
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