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A días de compartir un almuerzo con la cúpula del Jockey Club de la avenida Alvear, Javier Milei llegó al predio palermitano ingresando hasta el centro de la pista en un vehículo descapotable flanqueado por Karina Milei y «Toto» Caputo. No estuvo la Vicepresidente, pero sí el Jefe de Gobierno, en primera fila. Al hacer la apertura de la 137ª Exposición Rural, realizó fuertes anuncios para el campo lanzando munición gruesa contra la casta política que fueron ruidosamente festejados por el público. Tuvo, como principales destinatarias, a Cristina Kirchner y a su propia vice, Victoria Villarruel (ver recuadro). Una movida no sólo discursiva, sino de efecto. Pulverizó sin dobleces la impronta de las políticas populistas aplicadas por el kirchnerismo al que atacó, como nunca antes, al fragor de una campaña que comienza a calentarse.
Milei no dejó escapar la oportunidad para, en medio de la descripción de las medidas favorables para el sector agropecuario argentino, apuntar sin miramientos a ambas figuras. Una, detenida y con tobillera, con doble condena, remarcó el Presidente. La otra, siempre según Milei, en una tesitura de «Caballo de Troya» nutrida por el abanico opositor.
Una hora después, tras escuchar el discurso inaugural del titular de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, el primer mandatario habló desde el palco y anunció finalmente la reducción de retenciones a las que calificó como permanentes en un proceso que se irá profundizando con sucesivas bajas.
«Quiero aprovechar este día para hacer un anuncio importante sobre ese gran flagelo que nunca debió haber existido. Desde hoy, las retenciones a la carne aviar y vacuna se reducirán del 6,75 por ciento a 5 por ciento; las retenciones al maíz de 12 por ciento a 9,5 por ciento; las retenciones al sorgo de 12 por ciento a 9,5; las retenciones de girasol de 7 por ciento y 5 a 5,5 por ciento y 4 por ciento y también las retenciones a la soja, del 33 al 26 por ciento y a los subproductos de soja de 31 a 24,5 por ciento», remarcó.
Milei explicó que la decisión «redunda en una reducción de retenciones de las alícuotas para las cadenas de granos del 20 por ciento y una reducción de retenciones en la cadena de ganado y carnes del 26 por ciento que será permanente, lo cual busca dar impulso al campo, el sector con mayor productividad en la economía y fuertemente castigado por estos impuestos en los últimos 20 años».
El Presidente aclaró que la nueva medida «incluye también las rebajas transitorias que anunciamos sobre trigo y cebada, que también serán permanentes» mientras, dijo, él esté en el Gobierno.
«Eliminar las retenciones es una obsesión para nuestra gestión, y hemos dado muchos avances en esa dirección. Ya eliminamos las retenciones a las economías regionales, al sector lácteo, a la carne porcina y algunos segmentos de carne vacuna. Además, hemos reducido las mismas para el trigo y la cebada. Pero es muy importante tener presente que todo esto es posible únicamente gracias al superávit fiscal que hemos conseguido, al cual cuidamos como agua en el desierto ante los embates sistemáticos de la casta política», agregó el mandatario.
El Jefe de Estado ingresó en vehículo al predio junto a sus dos acompañantes estelares, «El Jefe» y «Toto» Caputo. Los tres giraron a bordo de una camioneta 4×4 por la pista central y recibieron aplausos desde las cuatro tribunas. En el pasado reciente, no todos los presidentes participaron de la fiesta palermitana. No lo hicieron Eduardo Duhalde, Néstor, Cristina ni Alberto Fernández. Sí Carlos Menem, que también supo ingresar en un vehículo descapotable junto a su Secretario de Agricultura, y que mantuvo una cordial relación con el campo en los más de diez años de sus gobiernos.
El Presidente de la Nación fue recibido con sostenidos aplausos apenas subió al atril. Desde el público, alguien le gritó: «Gracias por bajar la inflación, Presidente!». Milei le agradeció, pero aclaró: «Todavía falta, vas a ver cuando, a mitad del año que viene, la llevemos a cero». Otra vez, desde la tribuna, el hombre agregó: «¡Grande, Peluca!».
Presidente dixit
-«Las frases lindas y rimbombantes y pomposas que se escuchan venir de la casa del Congreso, no son otra cosa que un tribuneo sensiblero financiado con el bolsillo ajeno, porque ninguno de los que brega, en favor de este torpedo fiscal, siquiera atinó a renunciar o a expresarse en contra de las jubilaciones de privilegio».
-«Es increíble que los mismos viajes que furiosamente son criticados por quienes gastan viaje tras viaje, pagados por los viáticos del Congreso, para fines personales, o políticos o rosca», y los llamó «parásitos fiscales».
-«El régimen de inflación alta le venía como anillo al dedo a la casta política para instalar con facilidad su relato anti empresa».
-«En el caso del campo utilizaban este relato miserable para fomentar el avasallamiento sobre la propiedad privada. Se llegó al extremo de proponer reformas agrarias, de romperse los silobolsas o incluso defender el robo al ganado».
-«Buscamos dar impulso al campo, fuertemente castigado por estos impuestos en los últimos 20 años».
-«El campo argentino ha sido una de las principales víctimas de las políticas implementadas durante décadas por la casta política empobrecedora que sostuvo su modelo económico basado en el robo sistemático del fruto del trabajo ajeno».
-«La casta política aplicó otros cepos cambiarios, múltiples tipos de cambio, tasas desproporcionadas, excesiva burocracia e incrementos continuos de impuestos; todas prácticas eliminadas por este Gobierno».
-«Dicen que un gasto de US$17.000 millones anuales puede ser financiado con un recorte de gastos de US$30 millones en la Side. Ahora la quieren desfinanciar, pero hasta hace muy poquito la querían manejar».