Negociaciones en cámara lenta: siguen trabados los acuerdos comerciales de la era Milei

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El fin del romance entre Donald Trump y Elon Musk desnudó las dificultades que también encuentran sus socios y aliados para cerrar acuerdos comerciales ante el panorama tormentoso en los Estados Unidos.

Es el caso que se le presenta al presidente Javier Milei, fan de ambos, y ahora bajo extremo silencio frente a la dura pelea entre ambos. Podría decirse que la filosofía económica aperturista libertaria sintoniza con el dueño de Tesla, de X y Space X entre otros. Pero su política, como la conveniencia para su gobierno, reenfoca el corazón hacia el presidente de los Estados Unidos, proteccionista, pero quien tiene el poder de abrir y cerrar el grifo de organismos internacionales con el Fondo Monetario y de lo que será el futuro de los Estados Unidos en los siguientes tres años.

Ante este complejo divorcio de una visión y otra, el apuro aperturista de Milei por cerrar un acuerdo de Libre Comercio con Trump se dio de bruces con la realidad de los tiempos, y encuentra a los funcionarios del Gobierno y la Cancillería libertaria entre los primeros peregrinos en los Estados Unidos para buscar algún acuerdo de reciprocidad arancelaria.

Como contracara del apuro, hoy, todos los acuerdos buscados y posibles para la Argentina están o paralizados o a paso lento, entre ellos el que se busca con EE.UU., el de Mercosur y Unión Europea; u otros más avanzados que podrían impulsar modelos de apertura como el del Mercosur y EFTA (Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.) Más otros exóticos como el del Mercosur con Emiratos Unidos, a diferencia de los que se buscaron con Singapur, Corea, Líbano, paralizados.

La semana pasada una nueva misión rumbeó hacia Washington. La encabezó el secretario de Industria y Comercio, Pablo Lavigne, el que más conoce tal vez de toda la administración actual la cuestión arancelaria. Viajaron también: la subsecretaria de Comercio exterior Carolina Cuenca, y por la Cancillería, el embajador Luis María Kreckler, cuyo futuro en el ministerio se decide de un momento a otro. Kreckler es el depositario de la confianza de Karina Milei y del ministro Gerardo Werthein por la parte diplomática para las negociaciones internacionales.

El escenario es complejo y cambiante. El presidente Milei amenazó varias veces con dejar el Mercosur si no lo dejaban firmar un TLC con Trump. Pero por un lado, es el Congreso argentino quien debe autorizar o no la salida del tratado que en los años noventa ratificó la membresía al Mercosur. Por otro lado, es la política trumpista la que no le permite transitar ese camino.

Lavinge y la delegación argentina hicieron un nuevo viaje a los Estados Unidos cuando aún no saben cómo esta va decantar. Trump impuso aranceles globales «recíprocos» del 10%, independientemente de las enormes subas y posteriores bajas que le aplicó a otros países como China, Vietnam, los de la esfera europea, a sus propios socios Canadá y México.

Una semana atrás anunció un nuevo aumento al aluminio y al acero, que aumenta los aranceles que ya había impuesto en un 25% al 50%. La medida entró en vigor el miércoles pasado y afecta notablemente a importantes empresas argentinas.

Con Mercosur y Unión Europea la situación no es más dinámica tampoco. Quince días atrás, visitó el país una delegación de parlamentarios europeos para avanzar sobre el acuerdo con Mercosur, y Fernando Iglesias presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de Diputados -viajó con Milei a Roma- organizó un encuentro con todos los partidos políticos. Al final se trenzó en una discusión con el peronista Santiago Cafiero.

La reunión, muy valiosa según acordaron todos, mostró sin embargo, los ánimos divididos para ratificar o rechazar un acuerdo. Son los legisladores los que deberán hacerlo. Incluso cuando termine el proceso de lectura de textos del acuerdo que firmaron Milei y sus colegas en diciembre pasado, en la cumbre del bloque que se hizo en Uruguay.

Mientras Iglesias se pronunció muy a favor del acuerdo, y hablo del crecimiento y modernización si se concretara, el ex canciller, que hoy es el vicepresidente de la Comisión marcó que la postura del bloque peronista y kirchnerista en el Congreso es avanzar hacia un acuerdo revisado: «Queremos un acuerdo revisado. Este acuerdo aumenta las asimetrías y destruye el empleo». Los europeos sostienen que eso no se puede pero también tienen sus trabas en los franceses, polacos, irlandeses.

Cafiero le preguntó con ironía a los Eurodiputados presentes: Con quién iban a firmar el acuerdo ambiental: «¿Con Milei, que desfinancia los programas de mitigación ambiental, niega el cambio climático y dijo querer salir del Acuerdo de Paris, con alguien que solo sigue a USA y no cree en el multilateralismo?», azuzó

En abril pasado, el canciller Werthein propuso a Brasil, Paraguay y Uruguay la aprobación de 50 nuevos códigos de excepción al arancel externo común para darle a Estados Unidos más preferencias arancelarias. El error de Milei, afirman especialistas consultados es que su Gobierno salió en busca apurado de un acuerdo con Estados Unidos cuando este último todavía no había dilucidado su política comercial y por ahora es a cambio de absolutamente nada. En la negociación no hay que parecer ni ansioso ni apurado.

Días atrás, Lula da Silva le dijo a Emmanuel Macron, en París, que ponga su parte, que «afloje» con el proteccionismo del agro francés para avanzar en un acuerdo entre bloques para dar batalla al proteccionismo de Trump. No es fácil. Además, Brasil no está contento con la apertura que pretende Milei sólo para buscar su acuerdo con EE.UU. Y cada miembro del Mercosur se encuentra afectado con sus propios problemas domésticos, lo que condiciona la negociación regional.

Ahora se añade la postura fluctuante de Trump, según la evolución de su conflicto comercial con China. Y a esta incertidumbre internacional, cabe señalar la debilidad legislativa de Milei para implementar las reformas regulatorias exigidas por Washington.

Como lo exige desde hace tiempo, la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos (el USTR) pide para acordar con Argentina, que resuelva temas de barreras no arancelarias, y que desregule los derechos de propiedad intelectual. Y se expresa contra la piratería.

Fue del lado argentino de donde vinieron los primeros gestos del ministro de Economía Luis Caputo. Se eliminaron resoluciones. La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) sobre todo las que exigían la intervención de cámaras sectoriales en la verificación de importaciones. La detención del llamado Rey de la Salada, Jorge Omar Castillo, y el cierre de semejante mercado fue otro gesto contras las reclamos oficiales de Estados Unidos en cuanto a la piratería, la falsificación y la evasión fiscal.

Además comprende las acciones contra la falsificación como fue la detención de Jorge Omar Castillo, conocido como el «Rey de la Salada», acusado de delitos relacionados con la falsificación y evasión fiscal.

Pero hasta el momento, nada de lo actuado despejó el panorama de incertidubmre internacional que enfrenta la Argentina para sus negociaciones, al menos las multilaterales.

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