En esta entrevista exclusiva con La Derecha Diario, Claudiu Năsui —exministro de Economía de Rumania y actual diputado— reflexiona sobre la grave crisis institucional que vive su país tras la anulación de las elecciones presidenciales, un hecho que califica como “un golpe a la democracia”. Desde una perspectiva liberal, Năsui denuncia el rol de la casta política rumana y alerta sobre el deterioro de la credibilidad democrática y económica de su nación.
Admirador declarado de Javier Milei, a quien considera “el mejor presidente del mundo”, Năsui traza paralelismos entre los desafíos de Rumania y los de la Argentina previa al gobierno libertario. En un análisis profundo, el economista rumano valora la motosierra fiscal, critica el gradualismo y llama a replicar el ejemplo argentino en Europa del Este. “Argentina encontró la cura. El mundo debería mirar lo que está funcionando”, sentencia.
🚨🇦🇷🇷🇴 | Entrevista al diputado rumano Claudiu Năsui
La entrevista completa a Claudiu Năsui
Ares: ¿Cómo interpretas la suspensión de las elecciones en Rumania, una decisión sin precedentes, y qué implicancias tiene para el país, sus instituciones democráticas y la soberanía?
Năsui: Creo que fue un golpe a la democracia en Rumania, porque básicamente tuvimos elecciones, hubo resultados donde los dos principales partidos políticos —que han estado en el poder por 35 años desde la revolución rumana— no lograron pasar a la segunda vuelta. ¿Y qué hicieron? Recontaron los votos.
Aun así, no entraron al balotaje. Entonces, anularon las elecciones. Y soy muy crítico de eso.
No soy partidario del candidato que ganó la primera vuelta. Ese candidato es básicamente un socialista a la antigua, de los que aman a Ceaușescu. Habría sido una pésima noticia para Rumania que esa persona fuera presidente. Pero aún así, si vivimos en una democracia, hay que respetar los resultados, ¿no? Por eso me parece muy grave.
Y ahora Rumania tiene un problema para venderse al mundo como una democracia después de esa anulación. La versión oficial es que ese candidato recibió financiamiento ruso y lo usó en TikTok para convencer a la gente. No digo que no haya pasado, ni que no haya violado reglas de financiamiento, porque sí debió declarar esos fondos.
Pero no creo que esa haya sido la verdadera razón. Lo hicieron porque sus candidatos no estaban en la segunda vuelta. Eso queda claro cuando ves que hicieron el recuento, y como el resultado fue el mismo, decidieron anularlo. No tiene sentido.
Así que fue muy triste. Pero, por otro lado, me alegra que ese tipo no haya ganado. La parte libertaria de mí está contenta de que no tengamos un presidente tan socialista, aunque me hubiese gustado que perdiera democráticamente. Eso habría sido lo justo.
Ares: Con la situación política actual en Rumania, ¿cómo ves la postura del gobierno frente a la liberalización económica y algunas reformas de libre mercado?
Năsui: Rumania está en una situación muy mala, aunque no tan mala como la de Argentina antes de Milei. La diferencia es que Rumania forma parte de la Unión Europea. Entonces, siempre tenés un plan B. Siempre hay alguien que te puede rescatar con créditos baratos, países mucho más ricos que Rumania. Argentina no tenía eso. Y eso es un arma de doble filo. Porque para empezar a resolver los problemas, a veces hay que tocar fondo. Argentina tocó fondo.
Y ahora tienen, para mí, al mejor presidente del mundo. Es el único gobierno que hace lo que hay que hacer. Pero solo llegaron ahí porque tocaron fondo. Rumania no lo va a hacer. Siempre va a recibir rescates. Y eso me da miedo, porque lo único que hace es alargar la agonía.
El socialismo fracasa. Pero si siempre lo rescatás, podés extender su vida indefinidamente. En el corto plazo, tenemos un déficit enorme: 9% del PBI. Ustedes tenían 5.4%. Nosotros 9%. El doble. Y los únicos que gobiernan no hablan de recortar el gasto, solo de subir impuestos.
Yo estoy en la Comisión de Presupuesto y Finanzas. Trabajé con presupuestos antes de entrar en política. El gasto nunca se recorta. Solo hacen cambios cosméticos, echan a unas pocas personas para simular un ajuste. Pero los números no bajan, siempre suben, incluso más que la inflación.
Lo que Milei logró en Argentina, transformar el déficit en superávit, es algo increíble. Es difícil en el corto plazo. La gente sufre, la economía se tiene que reestructurar. Pero a largo plazo, sanás. Es como un alcohólico que tiene que dejar de beber. Al principio es duro, pero después puede tener una vida feliz. Rumania, en cambio, sigue bebiendo. Más socialismo, más deuda, más rescates. Y creo que el próximo gobierno va a hacer exactamente lo mismo.
Ares: ¿Creés que el pueblo rumano está listo para un cambio? ¿Para implementar el modelo “motosierra” en el gasto público y la burocracia? ¿O quieren seguir con más impuestos y más rescates?
Năsui: Creo que sí. El pueblo rumano está listo. De hecho, esa es una de mis luchas políticas principales: hablar de desregulación, de eliminar gastos, de cerrar agencias estatales.
Tenemos miles. El video famoso de Milei con los carteles y el «¡afuera!» es exactamente lo que yo propongo. El problema es que el establishment, «la casta», no quiere hacer eso. Porque ellos viven de ese gasto.
Lo que está pasando en Argentina es increíble. Un gobierno que realmente está del lado del pueblo, enfrentando a un sistema con décadas de inercia.
Eso pasa también en Rumania, en EE. UU., en Francia. Siempre es una minoría con privilegios que lucha por mantenerlos a costa de una mayoría empobrecida.
Por eso hablo tanto de Milei. Me preguntan por qué hablo de Argentina si soy rumano. Es que todos tenemos la misma enfermedad. Y ahora alguien está aplicando la cura.
Ya no es teoría. Es un caso práctico, como Alemania del Este y del Oeste, o Corea del Norte y del Sur. Sistemas distintos, mismo pueblo, resultados completamente distintos. Después de la Segunda Guerra, Alemania estaba destruida. Pero adoptó un buen sistema y fue una potencia.
Y ahora tenemos a Argentina. Recuerdo la primera vez que leí sobre Javier Milei en el diario. Decía que había un candidato a presidente en Argentina que quería recortar más gasto del que proponía el FMI. Todos los demás candidatos decían “no vamos a hacer lo que pide el FMI, vamos a negociar”.
Pero Milei decía: “Eso no es nada comparado con lo que voy a hacer. Yo voy a recortar tres veces más”.
Y pensé: “¡Wow! Este tipo realmente está diciendo lo que yo creo”. Cuando ganó fue un gran momento. Recuerdo una charla con amigos de mi partido, algunos decían: “No va a durar ni unos meses, en un año está afuera. Es muy extremo, la gente no lo va a aceptar”.
Pero con el tiempo, los buenos resultados empezaron a acumularse. Y hoy gané todas esas apuestas. No por dinero, sino por demostrar que los problemas económicos tienen solución.
El socialismo no es la solución a la pobreza. El socialismo la crea. Y aunque suena intuitivo decir “vamos a ayudar a los pobres”, lo cierto es que concentrar poder en manos de políticos no los ayuda. Hace lo contrario.
Lo que ayuda a los pobres es la libertad, el libertarismo, el capitalismo. Eso es lo que hizo Milei.
Ares: ¿En qué medida tus políticas económicas se alinean con las de Javier Milei? ¿Hay diferencias o comparten una visión común?
Năsui: Escuchando sus discursos traducidos —porque no hablo español fluido— me di cuenta de que estamos completamente alineados filosóficamente. Leímos los mismos libros.
Me considero un economista de la Escuela Austríaca. Las diferencias están en las circunstancias: por ejemplo, en Argentina tenían el “cepo”, el control de cambios. En Rumania no tenemos eso, así que no necesito hablar de ese tema.
De hecho, celebré cuando lo eliminaron recientemente. Ya no hay más “dólar blue”. Y eso les decía a los rumanos: “Vean, aún estamos mejor, no tenemos eso”.
Pero en términos de filosofía, estamos 100% alineados. Hay que reducir el gasto en Rumania también. Hay que quitarle poder al Estado y dárselo a la gente.
No hay mejor sistema para asignar recursos que el libre mercado. Incluso China lo entendió. Si no aplicamos esto, vamos a tener más pobreza. Los que más sufren son los que no tienen acceso a los privilegios del Estado.
La izquierda lo llama “capitalismo de amigos”, y tienen razón: eso hay que erradicar. Pero lo que genera ese capitalismo de amigos es dar más poder al Estado. Por eso hay multimillonarios “progresistas” que en realidad se enriquecen gracias a subsidios y privilegios estatales.
Ares: Acá en Argentina vemos mucho de ese capitalismo de amigos. Es parte de la casta.
Năsui: En Rumania también. No es solo política: es prensa, negocios, burocracia. Es el “deep state”, el estado profundo. Pero estamos alineados en un 99%. El 1% que queda es por diferencias locales entre Argentina y Rumania.
Y algo que me gustaría decirle a Milei: vi una entrevista donde decía que quiere retirarse después de 2031, cuando termine su segundo mandato. Creo que sería una pérdida para la humanidad.
Porque aunque ya no pueda seguir siendo presidente de Argentina, hay mucho más por hacer en el mundo. Argentina es el ejemplo donde realmente funcionaron las ideas libertarias. El Estado mínimo. Funcionan si se aplican. Porque muchos en otros países las predican, pero no las aplican.
El libertarismo es como una medicina: si sabés que existe pero no la tomás, no sirve. Hay que aplicarla. Y Argentina es el único país del mundo que lo está haciendo correctamente. Y con resultados mucho más rápidos de lo esperado.
Ares: Y hablando de eso, me gustaría saber tu opinión sobre el impacto de Milei a nivel internacional. ¿Está revitalizando el movimiento libertario mundial?
Năsui: Sí, totalmente. Está generando dos cosas: Primero, les está dando valor a los libertarios para hablar y defender sus ideas. Yo antes me sentía muy solo en la política rumana. Ahora puedo decir: “Miren lo que están haciendo allá, y funciona”. Segundo, ofrece un ejemplo real. Hoy leí algo de Ian Bremmer, un analista político estadounidense. Cuando ganó Milei, él dijo que iba a ser un desastre.
Ares: Escribió un artículo en la revista Time donde lo pusieron como una de las 100 personas más influyentes del mundo.
Năsui: Sí, y hoy leí que Ian Bremmer reconoció: “Me equivoqué. Milei tenía razón. Este es el camino”. Ese es el tipo de impacto internacional que necesitamos. Milei dijo hace poco: “Si los socialistas entendieran de economía, no serían socialistas”. Yo diría: “Si realmente quisieran terminar con la pobreza, tampoco lo serían”.
Argentina ahora es el ejemplo práctico que podemos mostrar al mundo. Y lo que espero es que Milei empiece a liderar un movimiento internacional libertario. Que exporte ideas, que organice. Incluso si se retira, ya hizo muchísimo por la libertad. Jesús Huerta de Soto dijo que es lo mejor que le pasó a la libertad desde la caída del Muro de Berlín. Y creo que tiene razón.
Ares: Para terminar, te lo pregunto directamente: ¿por qué es importante Javier Milei para Rumania?
Năsui: Porque tenemos los mismos problemas que tenía Argentina. Y Argentina nos muestra el camino para curarnos. Tenemos un déficit más grande incluso, pero la solución es la misma.
Milei rechazó el gradualismo, algo que me cuesta mucho hacer entender en Rumania. Los políticos siempre quieren evitar el conflicto. Prefieren seguir gastando dinero de otros para tener una vida fácil.
Si encuentran una cura, quieren aplicarla tan gradualmente que nunca la implementan. Como el alcohólico: si el médico le dice que mañana beba 99% de lo de hoy, y pasado mañana 98%, se muere. Hay que decirle: “¡dejá de tomar ya!”.
Eso es lo que Milei hizo. Explicó que iba a ser difícil al principio, pero que después se iba a mejorar. Y lo logró más rápido de lo que él mismo había dicho. Y por eso lo odian los socialistas. Porque está ganándoles en su propia métrica: la pobreza.
Dicen que el capitalismo genera riqueza, pero el socialismo reduce la pobreza. Falso. El capitalismo genera riqueza y reduce pobreza. El socialismo destruye riqueza y crea pobreza. Milei lo explicó, lo aplicó, y los resultados están a la vista. Y ese es el mensaje que también los rumanos tienen que escuchar.
Hayek decía que para dar un gran salto, primero hay que retroceder un paso. Y eso es lo que mostró Argentina. Es un caso de estudio. Rumania tiene muchos problemas económicos, y mucho sufrimiento innecesario. Pero podemos mejorar si hacemos lo correcto. Y Milei nos muestra qué es lo correcto.