En Netflix, Happy Gilmore 2 con Adam Sandler es divertidísima, irreverente y tiene hasta a Bad Bunny y más cameos de estrellas

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Se podía temer que la secuela de Happy Gilmore (1996), la genial comedia en la que Adam Sandler pasaba de jugador fracasado de hockey sobre hielo a profesional del golf, por necesidad económica, podía apelar solamente a la nostalgia, y ya.

Pues no. Happy Gilmore 2, que acaba de estrenar Netflix, se filmó 29 años después, pero mantiene tan bien el mismo espíritu juguetón, irreverente, sarcástico y tonto que parece que se hubiera rodado al mismo tiempo que la original.

Y no pierde ni un gramo de gracia.

Sandler, antisocial e incomprendido

Happy Gilmore 2 tiene tantas aristas por las que abordarla que uno no sabe por dónde empezar. El personaje es el mismo antisocial e incomprendido que Sandler fue forjando en su carrera.

El irascible Happy Gilmore debe volver a los torneos de golf, de nuevo por necesidad. Fotos Netflix

La original Happy Gilmore -la primera que filmó luego de que lo echaran de Saturday Night Live-, que está disponible también en Netflix, se transformó en un filme de culto para los fans del actor de Un papá genial. Sin duda fue en los ‘90 cuando surgió el apogeo de Sandler, con estos filmes, más Billy Madison, La mejor de mis bodas y El aguador. Un humor simple, a veces escatológico, descarado o grosero. Igual que el de Happy Gilmore 2.

El tiempo no aminoró nada de lo que un fan de Sandler ansía cuando se sienta a ver una de sus comedias. Y Happy Gilmore 2 no es la excepción.

Apelando de nuevo a su amigo y coguionista Tim Herlihy, con quien había coescrito el libreto de la primera y de otra decena de comedias, Sandler vuelve sobre sus pasos. Si Happy tenía que conseguir 270.000 dólares en la primera para que el Estado no le rematara a la casa a su abuela -adonde él había ido a vivir tras quedar huérfano de chico-, y lo lograba ganando torneos profesionales de golf, ahora que la abuela ya no está, y también ha perdido la casa, debe conseguir una cifra sideral de dinero para que su hija pueda estudiar en la Paris Opera Ballet School, donde fue aceptada.

Sí, el caddie de Sandler es Bad Bunny.

Happy no tiene una sola hija, sino que con Virginia (Julie Bowen) tuvo otros cuatro hijos, que tienen el mismo temperamento iracundo e irracional heredado del padre.

Como si la muerte lo persiguiera, Virginia desde hace años que no está con él -no vamos a spoilear cómo muere, pero los fanáticos bien pueden imaginárselo-.

Así que Happy se las debe arreglar solito y solo. Con el trabajo de repositor en un supermercado difícilmente llegue a juntar ese dinero, pero cuando intenta volver a la práctica del golf, bueno, “el toque” con el que había ganado seis campeonatos parece que ya no lo acompaña.

Y sí, Ben Stiller es otro que regresa en el estreno de Netflix.

Muchos que vuelven en «Happy Gilmore 2»

Obviamente lo recuperará, así como la película lo hace con varios personajes de la original, del manager del asilo de la abuela (Ben Stiller), ahora coordinando -mal- un grupo de alcohólicos anónimos al que va a parar Happy, a Shooter McGavin (Christopher McDonald), su némesis en los torneos de golf, que terminó internado en un neuropsiquiátrico.

Y si Happy había revolucionado con su, digamos, estilo, al golf tradicional, ahora va a tener que salvarlo de un aggiornamiento que intenta imponer un empresario (Benny Safdie, que como director casi le consigue una nominación al Oscar a Sandler por Diamante en bruto).

Obviamente todo deberá dirimirse en los campos de golf, con el ex niño de Sexto sentido, Haley Joel Osment, como el jugador tramposo a vencer.

Encuentro en el cementerio. Shooter McGavin había terminado en un neuropsiquiátrico.

Los cameos y actuaciones especiales

No es la primera vez que Sandler se rodea de amigos y familia a la hora de repartir papeles en sus comedias. A sus hijas Sunny (es su hija en la ficción) y Sadie, y a su esposa Jackie se les suman en breves apariciones, a lo mejor una sola toma, el mismísimo Travis Kelce, (pareja de Taylor Swift, como el mozo), Steve Buscemi, Margaret Qualley (La sustancia), Eminem, Jon Lovitz, Rob Schneider, Blake Clark, Dan Patrick, Ella Stiller (hija de Ben), los golfistas Nick Faldo, Jack Nicklaus o Sergio García.

Y sí, el ayudante de mozo convertido en caddie de Happy es Bad Bunny, tan bien como había estado en Tren bala al lado de Brad Pitt.

Kyle Newacheck, quien había dirigido a Sandler y a Jennifer Aniston en esa pavada atómica -pero hiper exitosa- que fue Misterio a bordo, aquí le pone brío y mantiene el ritmo para que lo extensa que es la película, de casi dos horas, no decaiga nunca.

“Happy Gilmore 2”

Muy buena

Comedia. Estados Unidos, 2025. 117’, SAM 13. De: Kyle Newacheck. Con: Adam Sandler, Christopher McDonald, Benny Safdie, Ben Stiller, Bad Bunny, Julie Bowen, Haley Joel Osment. Disponible en: Netflix.

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