El ciclo de Ricardo Gareca al frente de la Selección de Chile llegó a su fin este martes, luego de la derrota por 2-0 frente a Bolivia en el Estadio Municipal De El Alto, que decretó la eliminación del conjunto trasandino rumbo al Mundial 2026 que se disputará en Estados unidos, México y Canadá.
Minutos después del pitazo final, el argentino fue notificado en el vestuario por el presidente de la Federación de Fútbol de Chile, Pablo Milad, y el secretario Jorge Yunge, quienes le comunicaron que no continuaría al frente del equipo. Gareca se despidió personalmente de sus jugadores y evitó la conferencia de prensa, que quedó en manos del DT boliviano, Óscar Villegas.
El “Tigre” sabía que el ciclo estaba terminado. El ambiente previo al partido era sombrío, marcado por la urgencia y la falta de respuestas futbolísticas. La Roja, que venía de caer por la mínima ante la Selección Argentina en Santiago, quedó sin posibilidades matemáticas de alcanzar ni siquiera el repechaje a falta de dos fechas para el cierre de las Eliminatorias Sudamericanas.
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En 13 partidos oficiales como técnico, Gareca consiguió apenas 5 puntos más que su antecesor, Eduardo Berizzo, y su equipo sumó solo seis goles a favor y recibió 15. Con estos números, Chile se ubica en el último lugar de la tabla, con apenas 10 unidades.
Su rendimiento fue el peor de un entrenador chileno en partidos oficiales: apenas un 8,3% de efectividad. Gareca dirigió solo 13 partidos al frente de la Roja y perdió ocho de ellos, firmando uno de los ciclos más flojos en la historia reciente del seleccionado.
La salida del entrenador argentino marca el cierre de una etapa marcada por la decepción y obliga a Chile a replantearse su futuro de cara al Mundial 2030. Mientras tanto, la Roja sumará su tercera Copa del Mundo consecutiva sin participar, algo que no ocurría desde antes de su presencia en Francia 1998.
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