En el marco de un encuentro de Análisis de Coyuntura que Punto a Punto organizó para referentes del sector inmobiliario el economista Diego Dequino analizó la macro del país durante y abordó los desafíos estructurales de la economía argentina, el impacto de las políticas del gobierno de Javier Milei y el escenario específico de Córdoba. Su diagnóstico fue claro: “El crecimiento de la economía sigue siendo la única indemnidad que tiene la política para resistir la coyuntura”.
Su disertación giró en torno a la fuerte impronta que la economía ha tomado sobre las decisiones políticas desde mediados de 2023, en particular tras la asunción de Milei. Según Dequino, el retiro del Estado equivalente al 4% del PBI, especialmente en el nivel nacional, ha generado un reordenamiento de prioridades que expone tensiones profundas en el modelo de desarrollo.
Uno de los puntos más críticos, según el ex director del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba, es el mercado de trabajo. “Hay aproximadamente tres millones y medio de personas que deberían estar participando del mercado laboral y no lo hacen”, explicó, y señaló que la tasa de participación en Argentina apenas alcanza el 48%, muy por debajo de países comparables. Esto implica que, si esas personas ingresaran al mercado, la desocupación real superaría el 20%.
Dequino identificó seis grandes problemas que enfrenta el país, de los cuales tres —pobreza, bajos salarios e inflación— están directamente vinculados con la economía. “Estos problemas no tienen la misma magnitud en otros países de la región. Acá son estructurales”, afirmó. Además, remarcó el deterioro sostenido del salario real desde 2017, con caídas que alcanzan hasta el 35% en los sectores más golpeados como el público e informal.
El economista también señaló que el “piso” de la actividad económica se habría tocado en mayo de 2024, luego de 20 meses consecutivos de caída. Si bien observó signos de recuperación, advirtió que se trata de un proceso inestable con “stop and go” y una demanda interna aún debilitada. “La gente tiene mucha menos capacidad de consumo, más allá de que intente compensarlo con sus ahorros”, resumió.
En cuanto al crédito, Dequino destacó que el mayor cambio del gobierno actual es la liberación del financiamiento para el sector privado. Según sus datos, los préstamos en términos reales crecieron fuertemente: las hipotecas un 270%, los créditos personales un 200% y los adelantos de cuenta corriente un 72%. “Esto era impensado cuando todo el crédito se lo llevaba el Estado”, reflexionó.
Respecto al escenario cordobés, planteó que la provincia tiene una desocupación más alta que el promedio nacional, pero también una tasa de actividad algo superior. “Eso quiere decir que Córdoba tiene más sincerada su situación laboral”, indicó, aunque reconoció que aún hay 360.000 personas que no están buscando empleo, pero podrían hacerlo.
Dequino también fue enfático en que la economía del crédito es el aspecto más promisorio del presente ciclo. No obstante, advirtió que quedan pendientes agendas clave como la salarial, el tipo de cambio, las retenciones y la deuda pública. “Si no logramos alinear estos precios relativos, será difícil consolidar una recuperación”, concluyó.
La agenda libertaria en Córdoba. Otro punto de análisis que planteó Dequino es el aparente “divorcio” entre la agenda de reformas económicas que lleva adelante el gobierno nacional y que no parece tener réplica en Córdoba. “Hay una agenda a nivel nacional que tuvo un amplio apoyo en las urnas. Estas políticas de reorganización del Estado, de modernización del empleo, de fomento a las inversiones en sectores clave, de apertura económica no parecen tener un correlato en Córdoba”, apuntó.
En ese sentido, detalló algunas de las acciones fiscales que ejecutó el gobierno de Milei y que no tuvieron una continuidad en Córdoba. Como, por caso, la reducción casi a $0 de la obra pública; las transferencias no corrientes a provincias; la reducción de un 14% de la planta de personal del Estado; en materia de gestión financiera, la estrategia combinada de alargar plazos, bajar tasas de interés reales y eliminar los castigos de pago cash de servicios; el paso de 15% de déficit fiscal primario a 1,5% de superávit; el sostenimiento del estándar fiscal. “A todo esto se adosa lo que propone la Ley de Bases, con reformas clave como la declaración de Emergencia pública; la Reforma del Estado, la reforma laboral, cabe preguntarse cuánto de esto tiene o tendrá lugar en Córdoba”, apuntó.