El PRO atraviesa una de sus crisis más profundas desde su fundación, marcada por la fractura interna entre sus principales referentes, la incertidumbre sobre su futuro político y la redefinición de su estrategia de alianzas. La derrota legislativa reciente ha expuesto tensiones entre Jorge y Mauricio Macri, quienes han tomado caminos separados en la conducción del partido.
Mientras tanto, Horacio Rodríguez Larreta busca posicionarse en un escenario político cada vez más fragmentado, y la gobernabilidad en la Legislatura porteña se ha convertido en un desafío complejo. Desde la derrota electoral del 18 de mayo, el PRO ha entrado en una fase de reestructuración que ha generado incertidumbre entre sus dirigentes y militantes.
Jorge Macri, actual jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ha intentado reorganizar su gabinete para recuperar la iniciativa política, pero su relación con Mauricio Macri se ha deteriorado significativamente. La distancia entre ambos se hizo evidente cuando el ex presidente decidió viajar a Europa inmediatamente después de la derrota, dejando a su primo al frente de una crisis sin precedentes.
Uno de los puntos de mayor conflicto ha sido la salida del consultor Antoni Gutiérrez-Rubí, quien había trabajado estrechamente con los Macri durante la campaña. Su despido fue anunciado públicamente por la vocera Laura Alonso, en un comunicado que sorprendió a muchos dentro del partido.
La decisión de prescindir de sus servicios refleja la necesidad de Jorge Macri de marcar una nueva dirección en su gestión, aunque también ha generado tensiones con sectores cercanos a Mauricio Macri. En medio de esta crisis, el PRO ha comenzado a explorar acuerdos con La Libertad Avanza (LLA), el partido liderado por Javier Milei.
En la Provincia de Buenos Aires, algunos dirigentes del PRO han iniciado conversaciones para establecer alianzas estratégicas con el oficialismo libertario, buscando mantener su relevancia en el escenario político nacional. Sin embargo, en la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri ha mantenido una postura más distante, lo que ha generado fricciones con el gobierno nacional.
Vinculo
El vínculo entre el PRO y LLA ha sido complejo. Mientras algunos sectores del macrismo ven en Milei un aliado natural para consolidar una agenda de reformas económicas y políticas, otros consideran que la cercanía con el libertario podría diluir la identidad del PRO y alejar a sus votantes tradicionales.
La falta de una estrategia clara ha generado incertidumbre sobre el futuro del partido y su capacidad para mantenerse como una fuerza política relevante. Uno de los mayores desafíos que enfrenta Jorge Macri es la gobernabilidad en la Legislatura porteña.
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