En el complejo tablero internacional, cada tanto tiempo se produce un reacomodamiento de las piezas y cada una de ellas retoma su antiguo lugar o pasa a ocupar otro nuevo.
Estas etapas de recambios suelen sucederse con un viejo juego de mascaras o como lo llamaríamos en nuestro costumbrismo criollo, el juego del tero (que canta en un lugar y pone el huevo en otro).
Semejantes cuestiones no son faciles de cabalgar, tal vez por eso es que solamente los países gobernados por “Estadistas” suelen ser los mas beneficiados en situaciones como la actual.
Marruecos es uno de ellos y por eso cada cosa que ocurre en el plano internacional lo beneficia en el logro de sus objetivos y esto no es fruto de la “casualidad”, sino de la “causalidad”, o sea del proyecto pensado, programado y construido día a día, bajo el liderazgo del Rey Mohammed VI.
No es “casualidad” que los cinco nuevos miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que asumieron el 1 de enero, Dinamarca, Grecia, Pakistán, Panamá y Somalia, se manifiesten a favor de la propuesta del estatuto de autonomia para la región del Sahara, que Marruecos presentó en 2007 al secretario general de las Naciones Unidas.
Este camino recorrido hasta hoy por la diplomacia del Reino, le ha permitido cosechar, día a día, nuevos reconocimientos a dicha propuesta y rechazos a la inexistente república árabe saharaui democrática (rasd).
Podemos sumar también la reciente “suspensión de las relaciones diplomáticas” que mantenía Ghana con la rasd o la declaración del canciller belga Sr. Bernard Quintin, quien en una reunión con su par marroqui, Nasser Bourita, informó que su país considera la iniciativa marroquí de autonomía, presentada en 2007, como un esfuerzo serio y creíble y una muy buena base para una solución a la cuestión del Sahara. Belgica se suma así a una veintena de paises europeos que apoyan a Marruecos.
Tampoco es casualidad que luego de la visita a Argelia del jefe de Africom (comando militar estadounidense para África), el general Michael Langley, este organismo publicó un mapa completo del reino confirmando la marroquinidad del Sahara y demostrando el reconocimiento estadounidense del mismo.
Por otra parte en los últimos años son incontables los cancilleres de distintos países que celebraron junto con el canciller Bourita en las ciudades del sur marroqui El Aaiún y Dajla, las comisiones mixtas bilaterales de cooperación, reconoceiendo así la soberania del Reino sobre sus provincias del sur.
Volviendo a las “causalidades” en el complejo tablero internacional, recordemos que en su primer gobierno, el presidente estadounidense Donald Trump fue el mandatario de la primer potencia mundial que reconoció la soberanía marroqui sobre su Sahara y antes de asumir su segundo mandato confirmó el interes para que Marruecos juegue en las grandes ligas, podríamos decir en terminos futboleros.
Por eso durante el diálogo entre el Secretario de Estado, Marco Rubio, y el Canciller, Nasser Bourita, hablaron sobre la sólida alianza entre Estados Unidos y Marruecos para promover la paz y la seguridad regionales y mundiales, bajo el liderazgo del Rey Mohamed VI, ambos analizaron también la implementación del acuerdo de alto el fuego en Gaza, la liberación de los rehenes y el liderazgo de Marruecos en la contribución de ayuda humanitaria a Gaza. Se comprometieron a cooperar intensamente para promover los intereses compartidos en la región y poner fin a los conflictos, incluido el desarrollo de los Acuerdos de Abraham. El norteamericano y el norafricano afirmaron la importancia de ampliar el comercio, la inversión y la cooperación comercial que beneficiarían a los estadounidenses y marroquíes.
Los analistas internacionales estiman que el gobierno del presidente Trump puede en los próximos días hacer nuevos anuncios, a favor de la marroquinidad del Sahara.