La historia de Alpine: heredera espiritual de una escudería mítica y que llevó a la gloria a una leyenda

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La historia de Alpine, la escudería francesa de Fórmula 1 para la cual Franco Colapinto será piloto de reserva desde esta temporada, comenzó en 1955 cuando Jean Rédélé fundó la marca en su ciudad natal, Dieppe.

Inspirado por la competición, Rédélé transformó modelos Renault como el icónico 4CV en vehículos ligeros y competitivos que dejaron su huella en el automovilismo.

Con victorias en rally y una histórica conquista de Le Mans en 1978, Alpine se consolidó como una marca asociada al alto rendimiento. Sin embargo, tras un periodo de declive, Renault tomó el control total de Alpine en 2014, buscando devolverle su lugar de prestigio, un sueño que se concretaría con la creación del equipo Alpine F1 en 2021.

Antes de convertirse en Alpine, el equipo ya era un gigante bajo el paraguas de Renault. Con Flavio Briatore a la cabeza, Renault protagonizó dos eras de gloria en la Fórmula 1. Primero con Michael Schumacher y Benetton en los 90, y luego con Fernando Alonso, logrando títulos de pilotos y constructores en 2005 y 2006.

Tiempo antes, Renault ingresó a la máxima divisional en 1977 con el primer motor turbo de la categoría. Para finales de los 80 armó el recordado tándem con Williams, que debutó en 1989 con el inédito propulsor V10 de 3.5 litros con válvulas neumáticas.

La firma del rombo se fue a mediados de esa década como constructor pero permaneció en la Fórmula 1 como motorista. El Williams de 1992, uno de los más tecnológicos de la historia, marcó un época, pero fue en 1994 cuando Renault formó parte de un hecho histórico: la escudería Benetton -ancestro espiritual de Alpine- logró su primer título con el alemán Michael Schumacher, triunfo que se repetiría en 1995.

Tras los títulos de Alonso, Renault mezcló momentos dulces con preocupaciones, alternó temporadas en las que fue partícipe de la categoría con otras en las que la escudería pasó a ser Lotus para luego volver a su casa matriz y pelear en la mitad de la tabla de constructores.

Embed – FORMULA 1® on Instagram: «Franco accidentally stopping at Alpine’s garage last season, it was always meant to be! #F1 #Formula1»

Con la salida de Briatore y varios años de resultados mixtos, Renault se transformó en Alpine buscando una nueva identidad en la categoría reina.

Desde su debut en 2021, Alpine mostró destellos de competitividad, como la victoria de Esteban Ocon en Hungría y podios ocasionales de Fernando Alonso y Pierre Gasly. Sin embargo, los altibajos marcaron su trayectoria.

La temporada 2023 trajo cambios profundos en su estructura, incluyendo el despido de Otmar Szafnauer como jefe de equipo y la llegada de Flavio Briatore como asesor. Con su regreso, la escudería francesa cerró 2024 con un sexto puesto en el campeonato y un doble podio en Interlagos, dejando claro que aspiran a más.

En este contexto de reconstrucción, Alpine abrió sus puertas a Colapinto como piloto de reserva, luego de que este haya marcado un punto de inflexión en Williams, cuando reemplazó a Logan Sargeant por las últimas nueve carreras de la temporada 2024, dando una grandísima impresión y dejando a todos los equipos con ganas de tenerlos en sus filas.

El argentino que iba a ser piloto de reserva en la escudería británica tras no conseguir un asiento para este 2025, ahora lo hará siendo parte de Alpine. Con Jack Doohan, que ascendió desde la Fórmula 2 para ocupar el puesto que dejó libre Esteban Ocon, pero con un contrato de tan solo cinco carreras por delante, todo podría darse para que el argentino este en el corto plazo, nuevamente compitiendo en la Fórmula 1.

La separación de Renault y Alpine en 2026 marcará un nuevo capítulo, con la escudería francesa dejando atrás los motores del rombo para convertirse en clientes de Mercedes.

Este cambio subraya la ambición de Alpine por consolidarse como un contendiente serio de la Fórmula 1, una misión que de concretarse podría tener a Colapinto como uno de sus protagonistas.

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