Los pilotos son protagonistas en distintas categorías, pese a los problemas durante 1000 kilómetros en los que fueron sus propios mecánicos. Cómo fue el descanso con raciones militares e incomunicados.
Drama, humor y gloria. Así puede resumirse lo que fueron las “48 Horas”, la etapa más dura del Rally Dakar en Arabia Saudita. Fue una maratón que tuvo todos los condimentos y resultó durísima para los competidores quienes pasaron la noche en seis campamentos en medio del desierto, y salvo una asistencia en la primera parte, no tuvieron el apoyo de su equipo y los competidores debieron ser sus propios mecánicos. En este contexto, los argentinos tuvieron buenas y malas luego de 958 kilómetros para las motos y 971 para los autos y camiones.
A las 17 horas de este domingo todos los pilotos debieron dirigirse al campamento más cercano de los seis campamentos dispuestos. Una vez allí, recibieron una ración de comida en un sobre. Se trató de una especie de sopa que debieron cocinarla en unas ollas pequeñas que les dio la organización y sobre un fuego que ya estaba encendido. En una noche en la que el frío se hizo sentir más en medio del desierto y sin sus celulares ya que debieron estar desconectados, el rato sirvió para fomentar el trato entre los colegas. Se mezclaron los competidores de distintas categorías y cada uno debió hacer las reparaciones en sus vehículos. Luego se armaron las carpas y durmieron bajo una noche con un cielo despejado que permitió ver bien las estrellas.
Pero antes de llegar a los campamentos los motociclistas fueron quienes más la sufrieron y así lo dejaron claro los hermanos Luciano Benavides y Kevin Benavides, ambos pilotos oficiales de KTM. Luciano fue sexto y mantiene esa misma posición en la clasificación general. “Fue una locura. Mil kilómetros a fondo en el desierto. En cuanto a seguridad fue lo más peligroso que hemos hecho en todos los Dakar”, contó el menor de los salteños, quien está a 22 minutos de su compañero de equipo, el australiano Daniel Sanders, quien volvió a ganar y se mantiene en la cima de la clasificación general.
Su hermano, Kevin, corre con el objetivo de poder terminar la carrera luego de la fractura del brazo izquierdo sufrida en mayo pasado. El dos veces ganador del Rally Dakar en motos (2021 y 2023) no está en su plenitud física y, día a día, lleva a cabo un proceso de autoayuda arriba de la moto. “Es un proceso mental que vengo desarrollando para tratar de soportar las primeras etapas y me voy hablando diciéndome ‘vamos que faltan 100 kilómetros’. Es muy duro y pensé en abandonar. Pero un millón de veces me pregunté ‘¿qué carajo hago acá?’ Pero bueno creo en el don de la resiliencia”, reveló en diálogo con Infobae luego de ser 29º en el parcial y 27º en la general.
El que se lo tomó más tranquilo fue el neuquino Santiago Rostan, quien fue 56º y ocupa ese mismo lugar en el global. “Fueron dos días largos. Ayer hicimos 526 kilómetros. Largamos de noche y llegamos de noche. Así que estuve más de 16 horas arriba de la moto. Pero estuvo bueno estar sin señal y en medio del desierto. Nos encontramos con varios argentinos como (David) Zille, (Jeremías) González Ferioli y Manu Andújar (los tres de la categoría Side by Side, la de los vehículos areneros). Charlamos y dentro de todo se hizo un poco pasadero”.
Por otro lado, siguen sonrientes Nicolás Cavigliasso y Valentina Pertegarini, quienes en principio volvieron a ganar en la categoría Challenger, pero luego fueron penalizados por exceder el límite de velocidad en una zona en la cual suele haber alguna vivienda u otro motivo por el que no pueden ir a fondo. El vencedor fue el neerlandés Paul Spierings (Taurus). Sin embargo, el matrimonio cordobés lidera la clasificación general con el Taurus del equipo BRR y ratificaron sus condiciones de candidatos. “Fue una experiencia hermosa. Llegar a la cocina en medio del desierto y luego ir al camping. Nos dieron un paquete con una sopa que tenía un mix de arroz con pollo”, relata Nico, quien ganó el Rally Dakar en 2019, pero en cuatriciclos. Su pareja afirmó que “fue la etapa más dura y cuando llegamos al campamento fue una locura porque nos tuvimos que armar la carpa”. Pero, ¿qué cambió este año para que ambos sean candidatos? “El año pasado llegamos solamente con una carrera en el año y para este Dakar corrimos toda la temporada”, explica la mujer primera campeona mundial de Rally Raid. “Llegamos con miles de kilómetros Eso te hace tener la confianza en alto. Creo cada vez estamos más fino en eso y obviamente yo crecí un montón en la navegación y Nico lo mismo manejando”. En la misma divisional, Lisandro Ezequiel Sisterna Herrera, que navega al español Pau Navarro (Taurus), fueron cuartos y marchan quintos en la general.
Otro que se lució fue el mendocino Juan Cruz Yacopini, quien fue cuarto y busca hacer historia: ser el primer argentino que alcance un podio en autos. Debutó en 2021 con la Toyota Hilux que usó Fernando Alonso el año anterior y desde entonces corre con los prototipos de las camionetas japonesas, preparadas por el experimentado equipo Overdrive. “Son muy duro estos días, pero estamos bien entrenados durante todo el año, así que venga lo que sea, estamos listos”, confió el cuyano, que por ahora completa el top diez y busca superar a sus comprovincianos, Orly Terranova, quien fue quinto en 2013, 2014 y 2015 en Argentina y sexto en Arabia Saudita en 2020; y Lucio Álvarez, quinto en 2012. Dos compañeros de equipo del cuyano son las referencias, el local Yazeed Al Rajhi que ganó la etapa, y el sudafricano Henk Lategan, que manda en la nómina total. Aunque no todo fue color de rosa para la gran estructura que atiende a los vehículos nipones ya que los sudafricanos Giniel De Villiers (ganador del primer Rally Dakar en Sudamérica en 2009) y Saood Variawa se chocaron entre ellos y quedaron retrasados.
En tanto que en Side by Side, el bonaerense Manuel Andújar (Can Am) supo recuperarse tras su golpe del sábado en la primera etapa ya que fue cuarto y es undécimo en la general junto a otro argentino, Bernardo Graue. “El primer día tuvimos un error muy de principiante y tuvimos un accidente con el que perdimos mucho tiempo. Nos tocó aprender a los tumbos, a los golpes y hoy nos pudimos posicionar bien”, reconoció quien venció en el Rally Dakar en cuatriciclos en 2021 y 2024.
En la misma divisional, Jeremías González Ferioli (Can Am) y Pedro Gonzalo Rinaldi fueron undécimos, pero son séptimos en el global. “Sobrevivimos tras romper un semieje atrás y venir solo con tracción delantera”, contó el cordobés.
Se completó la etapa más dura del Rally Dakar con esta doble jornada. La etapa de este martes que unirá Bisha con Al Henakiyah se verá reducida en su tramo de velocidad por fuertes tormentas y quedará en 327 kilómetros de recorrido (cuya distancia era de 496 km), eliminando 169 kilómetros de zonas afectadas por las lluvias.
Pero la primera semana seguirá marcando su exigencia con una etapa maratón para el miércoles (Al Henakiyah-Alula) y jueves (Alula-Hail), dos días en los que tampoco los competidores tendrán la asistencia de sus equipos. El objetivo será llegar al día de descanso que será este viernes en Hail, pero antes habrá que sobrevivir.