El Xeneize notificó a la AFA por problemas con el pase del volante al Pincha y todo quedó en suspenso. Si no lo hacía, corría riesgo de recibir durísimas sanciones.
El traspaso de Cristian Medina a Estudiantes de La Plata desató un escándalo en el fútbol argentino. Boca Juniors, al detectar que el pago de la cláusula de rescisión había sido realizado por el Grupo Foster Gillett, un empresario estadounidense, denunció la irregularidad ante la AFA.
Según los estatutos nacionales e internacionales, las transferencias deben realizarse únicamente entre clubes o por el jugador involucrado, lo que convierte esta operación en ilegal.
La situación fue notificada por Boca a la AFA para evitar sanciones que, de acuerdo con el Estatuto de Transferencias de la FIFA, podrían haber sido devastadoras. Entre las posibles penalizaciones figuraban multas millonarias, prohibición para incorporar jugadores, y hasta la exclusión de competencias oficiales por un período de 4 a 6 meses.
El periodista Augusto César defendió la decisión del club, explicando: “Quejarse de que Boca avisó lo que pasó con el pago de la cláusula tiene dos causas: ignorancia o interés político. Si Boca no informaba a la AFA, se exponía a sanciones económicas, restricciones de mercado y exclusiones de torneos. Boca procedió como debía. No hay discusión en este tema”.
Además, no solo Boca corría riesgos: Cristian Medina también podría haber sido suspendido de toda actividad deportiva por 4 a 6 meses, según las normativas de la FIFA.
Actualmente, la situación del jugador está en manos de la AFA, que debe resolver el caso tras la denuncia presentada por Boca. Si el organismo falla a favor del Xeneize, el pase quedará anulado, y Medina deberá regresar al club. Esto implicaría también la devolución de los 15 millones de dólares que el Grupo Foster Gillett transfirió en la operación.
Para que el traspaso prospere, el pago de la cláusula deberá ser realizado directamente por Estudiantes o el propio Medina, sin intermediación de terceros, cumpliendo con los requisitos legales. Mientras tanto, tanto el jugador como los clubes involucrados esperan una resolución que traerá claridad al incierto futuro del volante.