En las últimas horas, un fuerte oleaje anómalo ha sido registrado en la playa de Ancón, uno de los balnearios más concurridos de Lima Norte. Este fenómeno natural, que comenzó la noche anterior, ha generado preocupación entre los visitantes y residentes de la zona debido a la intensidad de las olas y su impacto en áreas cercanas al malecón. La situación, calificada como un “maretazo”, ha movilizado tanto a las autoridades como a la población local para tomar medidas preventivas y evitar posibles daños mayores.
El balneario de Ancón, conocido por sus tranquilas aguas y su atractivo para turistas, ha sido escenario de un inusual oleaje que ha modificado su panorama habitual. Según videos difundidos en redes sociales, las olas alcanzaron el malecón, obligando a los veraneantes a tomar distancia. Imágenes capturadas el sábado 28 de diciembre muestran a grupos de personas observando cómo la fuerza de las olas agitaba incluso las embarcaciones en el rompeolas.
Un testigo presente en la Playa D’Onofrio registró cómo las olas impactaron con fuerza, generando susto entre algunos visitantes. “Retírense de ahí”, se escucha decir a la persona que grabó el momento, en una clara señal de alerta frente a la peligrosidad del fenómeno. Este aumento en el oleaje no se limitó a las horas diurnas; desde la madrugada, residentes de viviendas cercanas reportaron el sonido intenso del agua, que llegó a causar inquietud entre los habitantes de la zona.
La Marina de Guerra del Perú había anticipado que este fenómeno se intensificaría el sábado 28 de diciembre, con previsión de que las olas alcanzaran hasta tres veces su altura habitual en ciertas playas del litoral peruano. En sus comunicados, las autoridades instaron a la población a tomar precauciones, especialmente en zonas costeras vulnerables como Ancón.
Además de los oleajes, se informó sobre el cierre preventivo de varios puertos en el litoral, medida que busca evitar accidentes relacionados con las condiciones marítimas adversas. La Marina señaló que el fenómeno podría extenderse hasta el 31 de diciembre, lo que mantiene en alerta tanto a los veraneantes como a los pescadores y demás actividades vinculadas al mar.
Como respuesta a la situación, las autoridades locales han intensificado los patrullajes en las áreas más concurridas de Ancón para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Asimismo, se han colocado señales preventivas en las playas, indicando a los visitantes que eviten acercarse al agua durante este período de oleaje elevado.
El cierre de puertos a lo largo del litoral peruano ha sido una de las medidas más destacadas. Según las autoridades, esta decisión busca minimizar los riesgos tanto para las embarcaciones como para las personas que dependen de las actividades marítimas.
Según un anuncio de la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú (Dihidronav), los oleajes provenientes del noroeste podrían impactar gravemente las zonas con playas abiertas o semiabiertas orientadas hacia el noroeste y oeste. Esto pone en riesgo las celebraciones previstas para el Año Nuevo 2025, ya que muchas personas suelen acampar en las playas de Lima y del norte del país durante estas fechas.
La Dirección General de Capitanía de Puertos y Guardacostas (Dicapi), en respuesta a esta situación, ha cerrado 91 puertos a lo largo del litoral peruano. En el litoral norte, 43 terminales están fuera de operación: 7 en Zorritos, 11 en Talara, 15 en Paita y 10 en Salaverry. En el litoral centro, el cierre afecta a 40 puertos, distribuidos entre 12 en Chimbote, 8 en el Callao, 10 en Pisco y 8 en San Juan de Marcona. En el sur, 8 puertos en Ilo también permanecen cerrados.
Los oleajes anómalos ya han causado daños significativos, destruyendo comercios, muelles artesanales y decenas de embarcaciones. Además, más de 3 mil pescadores de Tumbes y Piura se han visto afectados directamente, agravando la situación económica en estas regiones.