A tan solo horas de celebrar la Navidad, Yanina Latorre conmovió a sus seguidores al recordar a Pastelito, su perro fallecido hace un año. El pequeño caniche había sido su fiel compañero durante más de una década y un regalo de una persona muy especial para ella.
En un emotivo posteo en su cuenta de Instagram, la panelista compartió una serie de imágenes junto a Pastelito y su familia, dejando al descubierto el profundo vínculo que los unía. «Pastelito, ¡lo que te extraño! No hay día que no te piense y extrañe», escribió al inicio del mensaje.
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Luego, agregó con nostalgia: «¡Te voy a amar toda mi vida, Toto! El compañero más fiel, más hermoso y silencioso. Gracias por haberme acompañado tanto. ¡No puedo creer que haya pasado un año!».
La publicación no tardó en viralizarse y recibió miles de reacciones y comentarios cargados de empatía por parte de sus seguidores. Los usuarios dejaron palabras de aliento para Latorre, reconociendo la tristeza que implica perder a una mascota.
«Ellos son puro amor e incondicionales», «Siempre están presentes ellos, aunque no lo estén físicamente» y «Que bonito Toto», fueron algunos de los mensajes de apoyo que recibió.
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La terrible muerte de Pastelito
La muerte de Pastelito se dio hace un año de una forma violenta, según relató Yanina Latorre en sus historias de Instagram en aquel entonces.
“Siempre trato estar contenta y para arriba, critico a la gente que llora en sus historias, pero ayer murió Totó, nuestro perrito de 15 años. Fue horrible”, comenzó Yanina en Instagram.
“Llegó, abrió la puerta, los perros salieron a recibirlo, y Totito, que estaba viejito, veía menos y que casi no escuchaba. Pasó que cuando Totito salió a encontrarse con Diego, pasó un auto, lo pisó y lo mató”, relató Latorre entre sollozos.
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“No quiero ser dramática, pero por eso estoy desaparecida y triste. Una Navidad de mierda. Él no se merecía morir así y pasé la peor noche de mi vida”, continuó la panelista.
Yanina reveló que Diego pudo ver el accidente y que trató de salvar a Totó aunque sin éxito. “Me llamó desesperado, no podía conseguir veterinaria porque estaba todo cerrado. No respiraba y conseguimos a una que vive acá cerca, me la recomendaron entre todos los gritos y el escándalo».
“Fue un accidente que podía ser evitable. Es el destino. No merecía ser así su muerte, 15 años de compañero, nunca gruñó, nunca mordió”, se lamentó Latorre.