El escándalo por la detención de Edgardo Kueider puso a los libertarios y los aliados entrerrianos a revisar los acuerdos que habían tejido para el reparto de poder en la Comisión Técnica Mixta (CTM) que administra la represa de Salto Grande, a cambio del voto a favor de la Ley Bases por parte del senador.
Fuentes al tanto de la discusión dijeron a LPO que el legislador había dispuesto que su lugar en el directorio lo ocupara el delegado por Concordia Juan Carlos Chagas, quien ya se desempeñó al frente del ente binacional en la década del 90′ pero vive en Buenos Aires hace dos décadas. El objetivo de Kueider era colocar un hombre de su confianza que le cuidara el sillón por las dudas que no pudiera renovar su banca en 2025.
Chagas es periodista y había ingresado a la política de la mano del ex gobernador Jorge Busti. «Estaba retirado, lo fue a buscar Kueider para asegurarse un puesto», resumió a LPO una fuente al tanto de las negociaciones. En el año 2000 fue vocero de Octavio Bordón en la provincia de Buenos Aires y antes de eso mano derecha de Busti.
Sin embargo, la suerte de Kueider cambió desde que lo encontraron con su secretaria, Iara Guinsel Costa, trasladando hacia Paraguay más de 200 mil dólares en la camioneta de un empleado de la Biblioteca del Congreso. «El acuerdo quedó desactualizado», admitió alguien que siguió la trama de cerca.
Milei le da Salto Grande a Frigerio y Kueider y se plantan Misiones y las patagónicas
La negociación para que Kueider pudiera colar una persona que le responde en ese órgano, maniobrada por Santiago Caputo, incluyó una modificación del reglamento para designar a las autoridades en representación de Argentina, lo cual obligó al gobierno a emitir un decreto.
La negociación para que Kueider pudiera colar una persona que le responde en ese órgano, maniobrada por Santiago Caputo, incluyó una modificación del reglamento para designar a las autoridades en representación de Argentina, lo cual obligó al gobierno a emitir un decreto.
Hasta que asumió Javier Milei, el nombramiento de esos cuadros era jurisdicción de Cancillería pero los libertarios delegaron esa facultad en la provincia de Entre Ríos, cediéndole la lapicera a Rogelio Frigerio, que hizo de la participación de su provincia en la represa entrerriana una bandera del inicio de su mandato, que llevó hasta la Corte Suprema.
El sueldo de un asesor técnico de ese organismo puede ascender a los 20 millones de pesos, dicen en una bancada aliada del Congreso que participó de las conversaciones.
De hecho, este año no sólo ingresó Chagas en representación de Kueider sino que Frigerio designó como presidente a su cuñado, Alejandro Daneri, un diplomático de carrera que conoció a su esposa en el Palacio San Martín, donde trabaja como coordinadora de Cascos Blancos.
En Cancillería todavía recuerdan cuando en una discusión típica de la mini carpa que rodeaba a Menem, su secretario privado Ramón Hernández le dejó un ojo morado a Daneri, que en ese momento estaba a cargo de ceremonial del Presidente.
Pero la UCR también logró un nombramiento en Salto Grande. Ocurrió el 10 de septiembre pasado, un día antes que los cinco radicales con peluca blindaran el veto de Milei contra el aumento de las jubilaciones: ese día el diputado Pedro Galimberti anunció su renuncia a la banca y fue relevado por la macrista Nancy Ballejos.
Como si fuera poco, el senador a quien ya nadie le reconoce carnet de afiliación metió a su hija, Emilce Kueider, como administrativa de Salto Grande en las oficinas que la empresa tiene en la ciudad de Buenos Aires.