Historias de neo blanqueadores

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«Fue un éxito rotundo», se ilusiona el presidente Milei a la hora de evaluar un blanqueo generoso en beneficios para los evasores. La etapa orientada a pequeños capitales cierra esta semana y dejó en las cuentas especiales en dólares entre 14.000 y 18.000 millones. Se abrieron una cantidad de historias en torno a esta operatoria, hasta hubo gente que ofreció dólares en préstamo para blanquear.

Algunas personas fueron al banco pero volvieron a casa con sus billetes, muy sucios, que no fueron aceptados. De hecho empezó a correrse la voz con recomendaciones como “limpiarlos con alcohol en gel o lavandina”, lo cual solo contribuyó a agravar su estado. Si bien el Banco Central dispuso que se debían aceptar “todos los dólares”, la expresión no fue una instrucción sino una sugerencia, aclaran los especialistas.

Hay gente que llegó a los bancos con valijas con rueditas llenas de dinero para depositarlos en las cuentas CERA (Cuenta Especial de Regularización de Activos) y bancos que debieron pagar horas extras al personal para poder contabilizar todo ese dinero, que al día siguiente llamaba a sus clientes para la apertura de la CERA. Circularon imágenes de bancos abarrotados con pilas de billetes que no llegaban a tiempo a contar.

También se dieron casos de billetes que llegaron con olor a humedad, a tierra, denotando que existen muchos ahorros en la clase media que si bien no están debajo del colchón, se guardan en los rincones  más insólitos, buscando preservarse de alguna incautación en los bancos pero también de un robo en el domicilio.

Para no pasar el límite de los 100.000 dólares y blanquear con costo cero se abrieron decenas de miles de CERAs en distintas sucursales bancarias. Estas ampliaciones permitieron que una misma partida de billetes sea exteriorizada por distintos integrantes de un grupo familiar, amigos, u otra persona de confianza. 

Los operadores de la city dejaron en claro que la participación en este blanque fue principalmente de pymes u operadores minoristas. El “chiquitaje” como se dice en la jerga, que tuvo –y siempre ha tenido- importancia en cuanto a la demanda de dólares en Argentina. “El blanqueo de las grandes fue el de Mauricio Macri”, repiten.

Milei celebró el resultado de la regularización de activos como un “éxito rotundo”, en posteos en su red X. Sin dudas, las grandes facilidades otorgadas para el blanqueo de capitales medianos acumulados sin declarar, es decir mediante evasión, tentó a sus propietarios. Y todavía falta la etapa del ingreso o regularización de grandes sumas, principalmente de activos fugados al exterior, que el actual gobierno también premiará generosamente.

En esta primera etapa, el blanqueo recaudó entre 14.000 y 18.000 millones de dólares que fueron depositados en los bancos por unos 280.000 contribuyentes en las cuentas oficiales. Esto arroja un monto promedio entre 50 y 60.000 dólares por titular.

Algunas personas se acercaron a los bancos y depositaron en cuentas comunes en dólares, no informados que debían abrir una cuenta CERA. También hubo quejas respecto a que alguna entidad pedía justificar los fondos para la apertura de la cuenta en una simple declaración jurada, en la que le preguntaban, por ejemplo, si los fondos provenían de actividades ilícitas como la pornografía. El celo por no quedar en falta ante la obligación de informar «operaciones sospechosas» tuvo algunos desvíos curiosos. 

Las pymes

La mayoría de quienes accedieron al blanqueo fueron “trabajadores de cuello blanco”, con ahorros de varios años “encanutados”, y empresarios pymes. Estos se acercaban y preguntaban, “¿qué más hay para nosotros: está el RIGI?”, comentó un operador bursátil. En la city resumen: «los grandes tuvieron RIGI y los pequeños, el blanqueo».

Tres empresarios pyme conversan sobre si entrar o no al blanqueo. AFIP los consulta en el marco de una fiscalización tradicional en base a incongruencias detectadas, y les ofrece los beneficios de esta “regularización de activos”. Dos de ellos entraron rápidamente y solo uno decidió quedarse en la fiscalización y demorar todos los pasos antes de ratificar ingresos. 

El Gobierno les ofrece también un “bloqueo fiscal” –es decir, que si blanquea ahora, AFIP no puede indagar en su historial de pagos previo- y además aseguró que borrará todas las bases de datos de las personas que adhirieron. Infinitas promesas del presidente libertario a los adherentes a su blanqueo.

Tras sucesivas prórrogas, la fecha de finalización de esta primera etapa del blanqueo se fijó en el viernes 8 de noviembre. Para reabrir sus puertas entre el 9 de noviembre y febrero de 2025 para montos más grandes –que deberán pagar una alícuota entre 5, 10 y 15 por ciento- provenientes de activos inmuebles especialmente. La tercera etapa regirá entre el 8 de febrero y el 7 de mayo próximo –también con penalización y alícuota del 15 por ciento- aunque algunas versiones ya anticipan una prórroga hasta el mes de julio.

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