La apreciación nominal de los dólares financieros en las últimas semanas está generando granancias de carry trade de más del 20 por ciento. Aunque el gobierno asegura que los distintos tipos de cambio convergerán hacia un precio único de 1100 pesos para fin de año, varios economistas, tanto locales como internacionales, advierten que este escenario es insostenible y repleto de contradicciones.
Una de ellas es la economista Marina Dal Poggetto, quien recientemente señaló que el actual esquema económico se sostiene, en gran parte, sobre un ajuste que afecta directamente los ingresos de la población. Además, alertó sobre un «rulo» financiero entre la tasa de interés y el precio del dólar, que genera ganancias especulativas con un final incierto.
«La variable de ajuste es, justamente, los ingresos. El ajuste fiscal y el cambio en los precios relativos se apoyan en la capacidad de la sociedad para soportarlo. La gran pregunta es hasta cuándo la gente va a aguantar», afirmó Dal Poggetto, directora de la consultora Eco Go.
Dal Poggetto detalló que el gobierno opera en un contexto de atraso cambiario y pérdida de poder adquisitivo, que, por ahora, la sociedad tolera debido a la falta de opciones claras. “Están Milei y Cristina (Kirchner), y en el medio, los huérfanos del centro”, apuntó.
El objetivo del gobierno, según Dal Poggetto, es lograr una buena elección en 2025 para demostrar que «el populismo no vuelve más», y desde allí, implementar un programa financiero a largo plazo. Sin embargo, advirtió sobre el peligro de un «rulo financiero» o carry trade, que favorece a los inversores y le permite al gobierno mantener cierta calma económica, a costa de aumentar la deuda pública en dólares.
«En el Ministerio de Economía convalidan una tasa de interés del 4 por ciento con una devaluación del 2 por ciento, lo que anualizado es un 26 por ciento. Es una fiesta mientras todo se mantenga estable», subrayó. No obstante, alertó que esa tasa de interés, en combinación con las proyecciones inflacionarias del presupuesto, que estima una inflación del 18 por ciento para 2024, podría volverse explosiva.
Una novedad en este contexto, según Dal Poggetto, es que los dólares provenientes del blanqueo de capitales están comenzando a financiar al sector privado. Esto ha permitido que el Banco Central, que no había comprado dólares desde junio, retome sus compras, contribuyendo a la baja del Riesgo País y generando estabilidad en el corto plazo. Sin embargo, el desafío será cómo compatibilizar esto con la creciente pérdida de competitividad del tipo de cambio.
Por último, la economista señaló que, aunque la política fiscal del gobierno es contractiva, la política crediticia es cada vez más expansiva, buscando compensar la caída del consumo. Respecto a la inflación de octubre, Eco Go proyecta un 3,1 por ciento.
«La economía parece haber tocado fondo y comienza a mostrar una leve recuperación, en un contexto en el que la política fiscal sigue siendo contractiva, pero la política crediticia empieza a ser extraordinariamente expansiva», concluyó Dal Poggetto.